lunes, 13 de junio de 2011

MUERTOS VIVIENTES EN EL TRABAJO

En mi opinión es muy interesante el tema que hemos tratado en clase acerca de los muertos vivientes en el trabajo. Este síndrome lo suelen padecer aquellas personas que han sido relegadas de sus responsabilidades y tareas en el trabajo, y que terminan sintiéndose como si no valiesen para nada, llegando incluso a caer en depresión.
Me ha llamado tanto la atención este síndrome, también conocido como síndrome de falta de carga de trabajo o falta de estimulación en la actividad laboral, que me he tomado la libertad de hacerle una entrevista a una persona que está en esta situación, pues pienso que nadie puede explicar mejor las consecuencias de algo, que quien lo está viviendo en sus propias carnes.

Marta: Buenos días.
Entrevistado: hola, ¿Qué tal?
Marta: ¿Cuál es su puesto de trabajo?
Entrevistado: Soy empleado público.
Marta: ¿Ha oído hablar del síndrome de los muertos vivientes en el trabajo?
Entrevistado: Si, algo he leído. ¿no ve que tengo mucho tiempo libre? (sonríe).
Marta: Cierto, entonces usted afirma que se encuentra en esa situación.
Entrevistado: Si, por desgracia sí.
Marta: Y, ¿esto ha sido así desde siempre?
Entrevistado: No, durante años he tenido un puesto de trabajo de mucha responsabilidad administrativa, con mucho personal a mi cargo, muchos viajes…
Marta: ¿Entonces?
Entrevistado: Supongo que hay personas que no son capaces de quedarse calladas cuando ven que las cosas no se están haciendo bien.
Marta: ¿Quiere esto decir que se reveló contra el sistema?
Entrevistado: Exacto. A buen entendedor…
Marta: Concretando, ¿podría explicarme como se siente una persona en su situación?
Entrevistado: Claro. Creo que cualquier persona en mi situación lo normal es que se sienta marginada, rechazada, olvidada. El trabajador responde a su vez rechazando todo lo que viene de la empresa, con una total falta de compromiso hacia la misma. Además, cuando un trabajador se encuentra en esta posición, esto no solo le afecta a el, sino que también acaba afectando a su familia, amigos, y a todo su entorno en general, incluidos, lógicamente, sus compañeros de trabajo.
Marta: ¿Cómo cree que puede afectar su situación a la empresa?
Entrevistado: Pues obviamente de manera negativa. Ninguna empresa inteligente debe tener un trabajador en estas circunstancias, ya que finalmente la organización va a recibir un daño similar o mayor del que está causando a este empleado.
Además, los trabajadores que se sienten tan minusvalorados por su empresa, generan un mal ambiente entre los compañeros de trabajo por las constantes quejas.
Nunca se ven aspectos positivos en la organización, resaltando constantemente los negativos, desde cosas tan nimias como lo mal que está colocada una puerta, a otras tan fundamentales como las dificultades de acceso a la formación. 
Ante la agresión de la empresa, el trabajador, como defensa, mantiene situaciones reiteradas de baja, a veces poco justificadas.
Marta: ¿Cómo cree que se podría solucionar esto?
Entrevistado: Pienso que la única solución clara es volviendo a motivar al empleado a través de darle nuevos cometidos que le hagan sentirse útil y productivo hacia la empresa, y hacia si mismo. Permitiéndole con ello, recuperar su dignidad personal y profesional.
Marta: Muchas gracias, ha sido muy amable.
Entrevistado: Gracias a usted, siempre es agradable sentirse escuchado.

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